La falta de
seguridad y confianza en uno mismo desvela entre otros pudores, el
enfrentarse al propio cuerpo cuando se está desnudo. Varios hombres
adolescentes, jóvenes y maduros pasan por esta etapa y es normal si es
sólo parte de un proceso evolutivo de aprendizaje.
“Cuando
el pudor impide que una relación avance y se instala la obsesión por
esconder y tapar de cualquier forma el cuerpo, se está ante un problema
grave que si no se trata puede desembocar en enfermedades peligrosas”, comenta la sexóloga argentina Patricia Arenas.
“Si se
logra tener una conducta íntima e individual sexual se permitirá
reforzar la autoestima y emotividad y se favorecerá la evolución sexo
amorosa.
Hay que desterrar de la cultura el sentimiento de que
el cuerpo desnudo es algo impuro o pecaminoso. Dios lo ha creado a
imagen y semejanza y eso lo hace puro y decente.”, explica Arenas.
En la China era pecaminoso mostrar los pies y en la Francia del SXVIII era impropio exponer los hombros.
Existe un relativismo en la definición de lo que avergüenza. La vestimenta es siempre una cuestión social”, explica el sociólogo argentino Rodrigo Cánepa
La
idea de que hay que vestirse por razones pudorosas es una sensación
cultural y es un pensamiento que no es compartido por otras
civilizaciones.
“Las tribus indígenas que solamente andan
vestidas con collares y pendientes, verán expuesto su pudor si les
quitan esos adornos. La desnudez no avergüenza cuando no hay diferencia
entre las reglas establecidas y los hechos.
Es decir, una
persona que visita por primera vez una playa nudista, luego de su
reticencia inicial, no se sentirá incómoda ya que no estará yendo en
contra de lo establecido”, continua explicando Cánepa.
Educar
en un ambiente despojado de los prejuicios culturales aunque se viva en
él, parece ser la clave para evitar perturbaciones que fácilmente
podrían no existir.
Esto no implica exhibir con desparpajo el
propio cuerpo y en todo momento, sino lograr que no exista pudor a la
hora de querer hacerlo.
Consejos:
- Explorar
el propio cuerpo. Conocerlo para aprender a cuidarlo y apreciarlo. Del
valor que se le dé dependerá la autoestima que se adquiera y ésta
favorecerá o no la intimidad en pareja.
- El
rechazo sólo provoca crear una obsesión que impida el relacionarse
correctamente. Lo mejor es acudir a un especialista que pueda ayudar a
combatir el problema.
- Educar
a los hijos en un ambiente de naturalidad con respecto al cuerpo
desnudo. Así se evitarán los complejos una vez sean adultos.
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